Una fuerte discusión entre el gobernador de Jujuy Gerardo Morales y su par mendocino, Alfredo Cornejo, en un hotel porteño puso en alerta anteayer al bloque de diputados radicales. Según aseguraron desde las cercanías del jujeño, el mendocino habría amenazado con romper el bloque que pasará a integrar a partir del 10 de diciembre si no le conceden la presidencia de la bancada.

Las alarmas se activaron cuando se conoció que ayer por la tarde Cornejo se reunió con Emilio Monzóal que muchos señalan como uno de los armadores de un espacio que contendrá a los referentes de Juntos por el Cambio más críticos a la gestión de Mauricio Macri. Y que podría dejar a varios heridos en el camino. Al menos del radicalismo.

La buena performance que Cornejo tuvo en sus pagos en las últimas elecciones no le significó un pase libre para acceder a la presidencia del bloque que hoy está en manos del cordobés Mario Negri.

Este último apostará a permanecer allí, tras la conformación de la nueva cámara. Y no es un mero capricho: en los cajones del escritorio de uno de los diputados más cercanos a Negri está guardada, bajo siete llaves, una carpeta blanca que contiene las firmas de los 30 diputados que hicieron explícito su apoyo para que el cordobés continúe en la presidencia de la bancada. 

Así, de los 43 diputados que contendrá la bancada radical a partir del 10 de diciembre, Cornejo contaría con apenas 13 firmas -incluyendo la propia. Las cuatro restantes pertenecerían a diputados que, al menos hasta ahora, optaron por no explicitar su apoyo a ninguno de los dos. De ellas, los colaboradores de Negri dan casi por hecho que, al menos una, inclinará la balanza a su favor. 

Más allá de las firmas que respaldan a Negri, lo que más le preocupa al ala radical más cercana al Pro en estos últimos cuatro años es la posibilidad de que los diputados que responden a Cornejo opten por romper el bloque y conformar uno propio. Es que esto no solo implicaría un achicamiento del bloque UCR, sino también repercutiría en el interbloque Juntos por el Cambio que, con la foto de hoy, a partir del 10 de diciembre contaría con 119 miembros. Es decir, sería la primera minoría de la Cámara Baja (10 bancas más que el Frente de Todos).

A la discusión que mantuvieron Morales y Cornejo el miércoles en un hotel porteño, mientras almorzaban, se le sumó una sugestiva reunión que mantuvieron ayer por la tarde Emilio Monzóluego de que encabezara un acto en el que presentó el balance de su gestión– y el mendocino. 

Es que Monzó, si bien vuelve al llano a partir del 30 de noviembre, es uno de los que ya se puso el traje de armador para conformar un espacio opositor en el que cobre mayor preponderancia figuras como Cornejo, Martín Lousteau y Horacio Rodríguez Larreta

Para apaciguar las aguas, y retenerlo, desde el sector que responde a Negri le ofrecieron a Cornejo que integre la mesa de conducción del bloque. Esto es: la mesa chica.  

Un detalle más para sumar en medio de estos cruces radicales es que esta mañana, en Radio La Red, Morales admitió que tiene «legítimas aspiraciones para ocupar la Presidencia del Comité Nacional». Y acotó: «Espero que podamos lograr un acuerdo», en relación al actual titular del partido, Cornejo. 

Fuente: el cronista